Por una financiación ética, transparente y sostenible de los partidos

Este próximo fin de semana se celebra la II Asamblea Federal de EQUO, en la que me he presentado como candidato a la tesorería del partido, que tendrá que elegir (como a los coportavoces y a la Comisión Ejecutiva Federal) toda la afiliación.

EQUO fue, desde su constitución como partido, pionero en transparencia financiera, renunciando por estatutos a cualquier préstamo bancario y obligándose a publicar todas sus cuentas. Pero parece que, en el contexto de corrupción sistémica en el que vivimos, esto se ha quedado corto. Debemos seguir avanzando en cuanto a transparencia, ofreciendo todos los detalles sobre gastos e ingresos que sean relevantes para la sociedad.

Además, no podemos esperar a cerrar las cuentas anuales para ofrecer información de la situación financiera. Creo que una web como la que se creó en la campaña electoral, con actualizaciones de ingresos y gastos y que muestre el grado de cumplimiento del presupuesto, sería muy positiva. Para ello, dados nuestros recursos limitados, necesitamos personas voluntarias, tanto en contabilidad como en diseño web, pero estoy seguro que habrá gente dispuesta.

Debemos también garantizar una financiación sostenible para los territorios y para mantener o mejorar la estructura federal del partido. Mediante un calendario aproximado de pago a los territorios, teniendo en cuenta los cobros previstos en cada mes, podemos facilitar a los EQUOs territoriales la planificación de sus actividades. Además, aunque gracias a la entrada en el Parlamento Europeo podemos obtener nuevos ingresos, debemos buscar nuevas fórmulas de financiación, como cuotas de afiliación variables para que quien quiera pueda elevar su contribución periódica al partido.

Durante los próximos días debatiremos estos y otros muchos temas, en busca del modelo de partido que queremos para la sociedad que queremos.

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Desigualdad y empleo

Este jueves 16 de octubre se celebra en todo el mundo el Blog Action Day #BAD2014 y la ONG Oxfam Intermon nos invita a escribir en nuestro blog sobre #Desigualdad, causa y consecuencia de las crisis económica, política y ecológica que vive el mundo actual.

Desde que en 2008 comenzanos a sentir la crisis global financiera, la mayoría de gobiernos ha tomado decisiones económicas equivocadas y contradictorias, centrándose más en salvar a las grandes empresas que en salvar a las personas. Además, uno de los mantras más extendidos ha sido que la primera prioridad debe ser acabar con las altas tasas de desempleo (sin importar cómo).

En esa deriva por beneficiar a las grandes empresas y “maquillar” las cifras de desempleo, el Gobierno español, en consonancia con la mayoría de gobiernos europeos, ha emprendido reformas legales que han recortado drásticamente los derechos laborales y los salarios de la población más vulnerable. Es posible que estas reformas consigan reducir levemente las cifras de desempleo, por un lado gracias al exilio juvenil, pero también porque las empresas pueden contratar ahora a 2 o 3 empleados al precio que contrataba antes a uno.

¿Supone esta posible creación de empleo una mejora en el bienestar de la población? ¿consigue reducir las desigualdades producidas por las altas tasas de paro? La respuesta clara es NO. No basta con que se cree empleo para reducir las desigualdades y mejorar el bienestar de la gente. Los datos actuales demuestran que hoy en España es posible ser pobre incluso teniendo un trabajo. El empleo, por tanto, no debe considerarse como un fin último de la política económica, sino como un medio (no el único) para garantizar el bienestar social y luchar contra las desigualdades.

Se hace necesario un giro radical en la política económica española y europea, que, a través de una reforma fiscal profunda que luche contra la evasión fiscal, anteponga la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la justicia social dentro y fuera de nuestras fronteras, y la financiación de servicios públicos.

Está demostrado que las sociedades con menos desigual social son las que gozan de un mayor desarrollo económico. Sigamos esa vía y no la de la explotación para salir de la crisis.