El año sigue avanzando cargado de procesos electorales, pero esta densidad rutinaria no debe hacernos olvidar lo que llevamos cuatro años reclamando y ha sido continuamente ignorado. Hoy más que nunca sigue siendo necesario un cambio real de políticas, lo vemos cuando la salida de la crisis que nos proponen supone aún más desigualdad, cuando los principales responsables de la corrupción siguen viviendo en la impunidad, cuando el Gobierno legisla en favor de las grandes empresas (como el oligopolio eléctrico) en detrimento del interés general. Es insostenible seguir con un Gobierno miope, que ignora los grandes problemas globales, sean éstos crisis humanitarias o la lucha contra el cambio climático.
Si hace un año vaticinaba que las candidaturas ciudadanas serían la sorpresa que devolvería la esperanza a la gente en sus ayuntamientos, para las próximas elecciones generales espero ver una candidatura que reproduzca los mismos valores y que sepa aunar a todas las personas que han resistido estos cuatro años frente a las políticas antisociales de este gobierno.
No se trata de ganar, se trata de transformar. Transformar nuestros modelos económico, fiscal, energético y productivo, que además de ineficientes, son insostenibles e insolidarios. Transformar los recortes sociales en nuevos derechos de la ciudadanía. Transformar nuestras estructuras de Estado anquilosadas para hacerlas más democráticas y refractarias a la corrupción.
Por fin llegó nuestro momento, el momento de los voluntarios que fueron a Galicia a retirar chapapote ante la incompetencia de Aznar y Rajoy, el momento de los que protestamos contra la invasión de Iraq porque la vida de las personas vale más que el petróleo, el momento de los que salimos a las plazas el 15M para reclamar una democracia más avanzada, el momento de los que fuimos a Génova a exigir la dimisión de Rajoy cuando supimos que encubría y se beneficiaba de un entramado de corrupción, el momento de los sanitarios y educadores que han visto como se recortaban los principales pilares de Estado del bienestar, el momento de las mujeres que reclamaron no volver a ser tratadas como menores de edad, el momento de los migrantes que llegan y que reciben tratos inhumanos en nuestras fronteras, el momento de los migrantes que se van esperanzados en encontrar futuro en otro país que se preocupe por los jóvenes; el momento de nuestro planeta, que requiere determinación de los Estados para luchar contra el cambio climático.
Y no podemos desaprovechar nuestro momento, no dejemos que nos impidan tomar nuestra oportunidad de construir una sociedad mejor, más sostenible con el medio ambiente, más solidaria con quienes lo necesitan. Estoy seguro de que EQUO, como hizo en las pasadas municipales dentro de Ahora Madrid y otras candidaturas ciudadanas, jugará un papel protagonista en la confluencia de fuerzas que quieren transformar.