#JUNTXS TRANSFORMAMOS

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He decidido presentarme a las Primarias provinciales de EQUO porque creo que puedo aportar impulso a la necesidad de confluencia entre las fuerzas políticas transformadoras, para formar una candidatura al Congreso que, no sólo sea capaz de tener un buen resultado, sino también de llevar a cabo un proyecto de cambio que ponga a las personas en el centro de la política. Han pasado 7 años desde el comienzo de la crisis económica y 4 desde el nacimiento del 15M. Durante todo este tiempo se ha construido una masa crítica que reclama una regeneración política, económica y social; y no podemos fallar ahora.

No basta con conseguir un cambio de Gobierno, con echar a los corruptos que se han atrincherado durante años en las instituciones. Debemos garantizar que el cambio suponga algo más profundo, lo que implica un modelo económico más equitativo y solidario, un modelo productivo más sostenible, una democracia más avanzada y participativa.

¿Por qué por Granada?

Me quiero presentar por la provincia de Granada porque es mi tierra, donde viví hasta los 24 años. En el tiempo que llevo en Madrid, he podido vivir uno de los momentos políticos más convulsos en décadas. Cuando en las pasadas elecciones municipales celebrábamos la ola de cambio que se estaba produciendo en muchas ciudades como Madrid, gracias a candidaturas ciudadanas; yo eché en falta ese cambio en Andalucía en general y en Granada en particular. Impidamos que el sur se quede atrás en la ola de transformación que ya se está viviendo en muchos Ayuntamientos. La Granada cosmopolita, diversa y cultural debe ganarle la partida a la Granada conservadora y rancia, que ha lastrado las expectativas de progreso de esta tierra. Me propongo romper esa inercia, ayudando a explicar las potencialidades que tendría un cambio de modelo energético por la creación de empleos verdes o la necesidad de apostar por un sistema de transportes más sostenible y eficiente.

Creo en el trabajo colectivo y por eso creo que todos y todas debemos poner nuestras fuerzas al servicio de un proyecto transformador. Juntas lo conseguiremos.

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Es nuestro momento

El año sigue avanzando cargado de procesos electorales, pero esta densidad rutinaria no debe hacernos olvidar lo que llevamos cuatro años reclamando y ha sido continuamente ignorado. Hoy más que nunca sigue siendo necesario un cambio real de políticas, lo vemos cuando la salida de la crisis que nos proponen supone aún más desigualdad, cuando los principales responsables de la corrupción siguen viviendo en la impunidad, cuando el Gobierno legisla en favor de las grandes empresas (como el oligopolio eléctrico) en detrimento del interés general. Es insostenible seguir con un Gobierno miope, que ignora los grandes problemas globales, sean éstos crisis humanitarias o la lucha contra el cambio climático.

Si hace un año vaticinaba que las candidaturas ciudadanas serían la sorpresa que devolvería la esperanza a la gente en sus ayuntamientos, para las próximas elecciones generales espero ver una candidatura que reproduzca los mismos valores y que sepa aunar a todas las personas que han resistido estos cuatro años frente a las políticas antisociales de este gobierno.

No se trata de ganar, se trata de transformar. Transformar nuestros modelos económico, fiscal, energético y productivo, que además de ineficientes, son insostenibles e insolidarios. Transformar los recortes sociales en nuevos derechos de la ciudadanía. Transformar nuestras estructuras de Estado anquilosadas para hacerlas más democráticas y refractarias a la corrupción.

Por fin llegó nuestro momento, el momento de los voluntarios que fueron a Galicia a retirar chapapote ante la incompetencia de Aznar y Rajoy, el momento de los que protestamos contra la invasión de Iraq porque la vida de las personas vale más que el petróleo, el momento de los que salimos a las plazas el 15M para reclamar una democracia más avanzada, el momento de los que fuimos a Génova a exigir la dimisión de Rajoy cuando supimos que encubría y se beneficiaba de un entramado de corrupción, el momento de los sanitarios y educadores que han visto como se recortaban los principales pilares de Estado del bienestar, el momento de las mujeres que reclamaron no volver a ser tratadas como menores de edad, el momento de los migrantes que llegan y que reciben tratos inhumanos en nuestras fronteras, el momento de los migrantes que se van esperanzados en encontrar futuro en otro país que se preocupe por los jóvenes; el momento de nuestro planeta, que requiere determinación de los Estados para luchar contra el cambio climático.

Y no podemos desaprovechar nuestro momento, no dejemos que nos impidan tomar nuestra oportunidad de construir una sociedad mejor, más sostenible con el medio ambiente, más solidaria con quienes lo necesitan. Estoy seguro de que EQUO, como hizo en las pasadas municipales dentro de Ahora Madrid y otras candidaturas ciudadanas, jugará un papel protagonista en la confluencia de fuerzas que quieren transformar.

Si queremos ganar, apostemos por la confluencia

ada y manuela

Una vez pasadas las elecciones autonómicas y municipales se pueden hacer muchos análisis, uno de ellos es que se ha confirmado aquello que vaticiné en septiembre del año pasado en este otro artículo. No es que yo sea adivino, sino que mi reflexión simplemente reflejaba algo que en un amplio sector de la población se viene reclamando desde hace años: anteponer el cambio político a las siglas partidistas.

Muchas personas nos dimos cuenta hace más de un año que para conseguir un verdadero cambio en las políticas que se estaban aplicando desde los Ayuntamientos de espaldas a las personas, era necesario sumar partidos, movimientos sociales y ciudadanos para multiplicar el apoyo de la gente. Así ocurrió el 24M y por eso los Ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña y algunos más estarán pronto al servicio de las personas y no de los oligarcas locales.

No fue posible, en cambio, trasladar esas candidaturas de confluencia al ámbito autonómico por la negativa de Podemos; y viendo los resultados, se demuestra que fue una decisión equivocada, ya que no han conseguido pasar de tercera fuerza en ninguna autonomía y sus candidaturas han tenido mucho menos apoyo que las candidaturas de confluencia municipales. Es verdad que en esto ha influido mucha campaña mediática anti-Podemos que ha limitado su crecimiento, pero independientemente de los motivos, lo cierto es que la marca Podemos tiene un alto rechazo entre una gran parte de la población, que en cambio sí puede estar dispuesta a votar una candidatura de confluencia en la que participe gente de Podemos y de otros partidos y movimientos sociales.

La próxima meta (y quizás la definitiva) será en otoño, cuando se celebrarán Elecciones Generales y espero que todas las partes sepan estar a la altura de las circunstancias. Tras más de 5 años de austericidio, después de varias décadas de corrupción en los principales partidos, es más necesario que nunca un vuelco electoral que dé el poder a candidaturas que pongan las instituciones al servicio de las personas. Una candidatura impulsada desde la ciudadanía, con el apoyo de fuerzas como Podemos, IU, EQUO, Compromis, AGE, CHA o PUM+J, que represente esa unidad en la diversidad, sería capaz de convencer a una amplia mayoría de la sociedad con medidas reales frente a la crisis económica, política, social y ecológica que sufrimos.

Si los dirigentes de Podemos se empeñan en presentarse bajo sus siglas, en vez de apoyar la confluencia, estarán anteponiendo sus intereses personales a los de la sociedad, se estarán convirtiendo en esa casta que tanto han criticado. Confío en que las bases del partido sean capaces de convencer a sus líderes de que la suma desde abajo multiplica y que la generosidad en política, tarde o temprano, es recompensada. Si la inteligencia colectiva que ha llevado al triunfo de Manuela Carmena o Ada Colau funciona, en otoño tendremos una candidatura de confluencia capaz de dignificar nuestras instituciones.