Desigualdad y empleo

Este jueves 16 de octubre se celebra en todo el mundo el Blog Action Day #BAD2014 y la ONG Oxfam Intermon nos invita a escribir en nuestro blog sobre #Desigualdad, causa y consecuencia de las crisis económica, política y ecológica que vive el mundo actual.

Desde que en 2008 comenzanos a sentir la crisis global financiera, la mayoría de gobiernos ha tomado decisiones económicas equivocadas y contradictorias, centrándose más en salvar a las grandes empresas que en salvar a las personas. Además, uno de los mantras más extendidos ha sido que la primera prioridad debe ser acabar con las altas tasas de desempleo (sin importar cómo).

En esa deriva por beneficiar a las grandes empresas y “maquillar” las cifras de desempleo, el Gobierno español, en consonancia con la mayoría de gobiernos europeos, ha emprendido reformas legales que han recortado drásticamente los derechos laborales y los salarios de la población más vulnerable. Es posible que estas reformas consigan reducir levemente las cifras de desempleo, por un lado gracias al exilio juvenil, pero también porque las empresas pueden contratar ahora a 2 o 3 empleados al precio que contrataba antes a uno.

¿Supone esta posible creación de empleo una mejora en el bienestar de la población? ¿consigue reducir las desigualdades producidas por las altas tasas de paro? La respuesta clara es NO. No basta con que se cree empleo para reducir las desigualdades y mejorar el bienestar de la gente. Los datos actuales demuestran que hoy en España es posible ser pobre incluso teniendo un trabajo. El empleo, por tanto, no debe considerarse como un fin último de la política económica, sino como un medio (no el único) para garantizar el bienestar social y luchar contra las desigualdades.

Se hace necesario un giro radical en la política económica española y europea, que, a través de una reforma fiscal profunda que luche contra la evasión fiscal, anteponga la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la justicia social dentro y fuera de nuestras fronteras, y la financiación de servicios públicos.

Está demostrado que las sociedades con menos desigual social son las que gozan de un mayor desarrollo económico. Sigamos esa vía y no la de la explotación para salir de la crisis.

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Dos años de recortes

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Se cumplen dos años de la llegada de Rajoy a la Moncloa y al evaluar este periodo, la primera palabra en la que pienso es “recortes”. Durante este periodo, el Gobierno ha hecho recortes muy diversos y contra distintos sectores de la población, pero todos se podrían clasificar en los siguientes 4 grupos:

– Recortes económicos: Algunos todavía piensan que hacer una política restrictiva en el gasto público e inversión durante un periodo de crisis es la mejor forma de salir de ella. Nada más lejos de la realidad, como podemos comprobar evaluando las políticas austericidas aplicadas en España desde 2010. Desde que en ese año Zapatero hiciese un viraje en su política económica para contentar a los poderes económicos, la economía española ha sufrido una larga recesión y las perspectivas futuras, lo más positivo que llegan a decir es que se producirá un estancamiento del PIB durante los próximos años. Con la llegada del PP al Gobierno, los recortes en inversión y gasto público se multiplicaron, afectando a funcionarios, pensionistas, I+D, educación, energías renovables, infraestructuras…lo que no ha hecho más que agravar la situación económica heredada de Zapatero. Además de afectar negativamente a nuestra economía durante estos años, estos recortes, sobre todo los de educación, ciencia e I+D, serán un lastre para el desarrollo futuro de la economía española, que pasa por un cambio de modelo productivo y energético.

– Recortes sociales: Muy ligados a los recortes económicos están los sociales, ya que muchos de los derechos sociales necesitan de asignación económica. En estos dos años hemos dejado de tener sanidad pública, gratuita y universal, al recortar este derecho para las personas inmigrantes y al imponer “repagos” para acceder a tratamientos. La Ley de Dependencia se ha derogado en la práctica, acabando con el sueño de tener un Estado digno que se preocupe por cuidar de las personas que no lo pueden hacer por ellas mismas. Las pensiones y el salario mínimo han perdido poder adquisitivo, haciendo más vulnerables a los que menos ingresan. Los trabajadores han perdido derechos laborales y su poder de negociación ha sido recortado vía Reforma laboral, lo que ha provocado bajadas salariales generalizadas mientras aumentaban los beneficios empresariales. España es hoy un país más desigual que hace dos años.

– Recortes democráticos: Se nos había olvidado el poco respeto que tiene la derecha española a la Democracia, pero en estos dos años lo hemos podido revivir. Se intenta criminalizar la libertad de expresión y manifestación, primero vía cargas policiales y ahora mediante una Ley inconstitucional que pretende amedrentar a los que protestamos contra sus políticas. El Congreso de los Diputados, gracias al rodillo de la mayoría absoluta, ha perdido su función de control al Gobierno. También su función legislativa está siendo sustraída, por el abuso del Gobierno en el uso del Decreto Ley. La libertad de prensa es atacada continuamente, mediante el control político de RTVE, la concentración empresarial de los grandes medios de comunicación o por la negativa del Presidente del Gobierno a dar explicaciones sobre la multitud de casos de corrupción que le salpican a él y a su partido. Hemos llegado al punto de que la Policía tenga que registrar la sede del partido del Gobierno por la manipulación y destrucción de pruebas que se estaba realizando; y nadie dimite, ni siquiera se molestan en darnos una explicación, porque si nos contaran la verdad todos se tendrían que ir. Vivimos en un sistema que simplemente aparenta ser una Democracia un día cada cuatro años, pero el resto del tiempo poco se diferencia de algunos regímenes dictatoriales.

– Recortes morales: Creíamos que había avances en las libertades que no podrían dar marcha atrás, pero nos equivocamos. La presencia en el Gobierno y en el Grupo Parlamentario Popular de numerosos miembros del Opus Dei y otras sectas similares está dando sus frutos. Consiguieron acabar con la asignatura “Educación para la ciudadanía” porque les molestaba que en ella se hablase de la igualdad de derechos del hombre y la mujer o que no hay un único modelo de familia. Volvieron a imponer que la Religión Católica sea una asignatura evaluable en los colegios. Han garantizado la financiación pública de los centros educativos que segregan a los alumnos por sexo. Expulsan del derecho a la fecundación a aquellas mujeres que no están con un hombre. Mientras que eliminan el derecho de la mujer a decidir sobre su embarazo. Dudo que exista un Estado desarrollado en el que se haya vivido una regresión de 30 años en tan poco tiempo. De repente “Cuéntame” nos ha adelantado en el tiempo.

Esto sólo ha sido un resumen de algunas de las medidas tomadas por el Partido Popular desde que llegó al Gobierno, pero desgraciadamente no son todas. Durante estos dos años hemos tenido que escandalizarnos a diario por declaraciones de ministros, noticias en prensa, anuncios en el BOE, propuestas del Gobierno… que nos han llevado a un estado del shock, de parálisis ante tantas agresiones a nuestros derechos. Hemos perdido la capacidad de sorpresa ante nuevos escándalos de corrupción y, lo peor de todo, la esperanza en que está en nuestras manos cambiar esto. Yo al menos no me resigno y seguiré protestando, además de plantear alternativas que iluminen nuestro futuro.

4 días en el corazón de Europa (II)

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En mi artículo anterior finalicé anunciando que seguiría desarrollando lo mucho que dio de sí el seminario al que asistí en Bruselas invitado por la Green European Foundation. No sólo aprendimos cómo funcionan las instituciones europeas y cómo se plantea la próxima campaña electoral. También profundizamos en temas que son verdaderos retos globales:

Energía: En estos momentos el desarrollo económico de Europa depende de fuentes energéticas externas. Esto, unido al evidente cambio climático que estamos produciendo por las emisiones de CO2, hacen necesario un cambio en el modelo energético europeo. En primer lugar es imprescindible la reducción del consumo actual mediante una mayor eficiencia energética, que además posibilita mejorar nuestra competitividad al reducir costes. Pero la UE también debe apostar de manera decidida por las energías renovables. Si se consideran todos los costes (directos e indirectos) las renovables son la fuente más barata de energía, pero además, crean más empleo que cualquier otra.

Evidentemente, en cada Estado europeo se debe apostar por un mix de renovables diferente, en función de las características naturales, pero la apuesta debería ser generalizada. Un buen ejemplo es Eslovenia, donde se ha adoptado un impuesto sobre la electricidad progresivo (paga más por kw quien más consume) para reinvertir esos ingresos en proyectos de renovables y eficiencia energética. Mientras, España, una vez más, va a contracorriente y legisla contra el desarrollo de las renovables y el autoconsumo eléctrico. Algunos piensan que es una utopía pensar en un futuro con 100% energía limpia, pero si miramos 10 años atrás, pocos se podían imaginar un avance tan rápido de las renovables.

– Economía: Si algo hemos aprendido en las últimas décadas es que el simple crecimiento económico no garantiza una mayor equidad. El crecimiento descontrolado es lo que permite a algunos políticos prometer más a algunos sin tener que quitar a nadie, pero este modelo, tarde o temprano, colapsa. Por tanto, la clave está en la redistribución de los recursos limitados para conseguir una sociedad más equitativa. Para esto es básico un cambio en el modelo de desarrollo, pero no suficiente. Es indispensable combatir los paraísos fiscales, lo cual es imposible desde un solo Estado, pero la UE sí podría ser decisiva en acabar con esta piratería fiscal, que además de cobijar actividades ilícitas, sustrae recursos de las arcas públicas de nuestros Estados.

También es fundamental reformar el sistema financiero actual, en el que el Banco Central Europeo presta dinero a los Bancos privados a bajos tipos de interés para que luego éstos se lo presten a los Estados del sur a un interés mucho mayor. Esto funciona así porque se parte de la idea de que si el BCE financiara directamente a los Estados, estos derrocharían ese dinero barato, pero con los mecanismos de control del déficit público actuales esta excusa se ha evaporado. Debemos construir un sistema financiero europeo que sirva de apoyo a la economía real. No podemos caer en la autorregulación, porque esto supone la no regulación. Se debe regular el sistema financiero para evitar la irresponsabilidad de acumular inversiones en activos de alto riesgo, al considerar que en caso de fracaso serán rescatados. Una buena medida puede ser exigir un mayor ratio de capital en función del riesgo de las inversiones.

En definitiva, la política económica europea debe asegurar a la gente la posibilidad de desarrollarse vitalmente, combinando la equidad con la libertad individual para elegir el camino.

– Política social y empleo: Poco a poco, la UE se va dotando de herramientas para garantizar una igualdad de derechos laborales para los trabajadores en todos los Estados. Sin embargo, queda mucho por avanzar para conseguir una verdadera libertad de movimiento para trabajadores y, a la vez se conserve y desarrolle un sistema de protección social que tanto costó conseguir en el siglo XX. La lucha contra la pobreza debe ser una de las prioridades de la UE y para ello, establecer una Renta Básica europea, adaptada al poder adquisitivos de cada Estado, es fundamental. Ya existe una Iniciativa legislativa popular europea pidiendo su establecimiento y lucharemos para que el Parlamento la tome en consideración.

A propuesta del Partido Verde Europeo, el Parlamento aprobó la “Garantía juvenil”, que supone un mecanismo de protección europeo para garantizar empleo o formación a todos los jóvenes. Sin embargo, los presupuestos de la Unión han destinado pocos fondos a este fin, por lo que habrá que seguir luchando. También debemos exigir que las prácticas en empresas, que son un buen instrumento de inserción laboral, no sirvan a las empresas para sustituir a empleados remunerados.

– Inmigración: Los movimientos migratorios siempre han existido y seguirán existiendo. Debemos partir de esta idea para reconocer que ninguna valla va a frenar a las personas que huyen de su tierra por guerras o hambre. Por tanto, debemos preocuparnos por gestionar estos flujos, facilitando la regulación y garantizando los mismos derechos, porque ninguna persona es ilegal.

Si mejoramos la gestión de los movimientos migratorios podremos beneficiarnos de sus grandes ventajas, más en una Europa cada vez más envejecida. En la UE debe regir el principio de solidaridad, de forma interna, no dejando que la presión migratoria recaiga únicamente en los Estados frontera; y de forma externa, incrementando y mejorando la cooperación al desarrollo en aquellos países origen de la inmigración. También debemos dar las herramientas para ayudar a la integración de inmigrantes, pero no se debe ver esta integración como una imposición de nuestra cultura, sino como algo voluntario (exceptuando el respeto a los DDHH, que es algo innegociable).

– Transparencia y lobbys: El último día del seminario disfrutamos del original “Lobby Tour” que nos llevo por las sedes de los principales grupos de presión que pululan el Parlamento Europeo. Bruselas es, tras Washington, la segunda ciudad del mundo con más lobbistas. Esto da lugar a situaciones en las que determinadas normas acaban siendo elaboradas directamente por la industria afectada. Para atajar esto, el Partido Verde Europeo exige un mayor control, registrando cuál es la actividad diaria que realizan los lobbys. También es indispensable una legislación contra las “puertas giratorias”, que también se ha dado entre eurodiputados y comisarios, que han acabado trabajando para grandes empresas sujetas a regulación comunitaria. En definitiva, todo pasa por la Transparencia, que es el mejor remedio contra los abusos del poder.

Tras estos 4 días volví a Madrid cargado de ideas y propuestas sobre Europa, pero sobre todo, muy motivado para llevar estos mensajes a todas aquellas personas que hoy se sienten decepcionadas por la Política. Las soluciones para los problemas de nuestro sistema político pasan por más Política y por más Europa. El próximo 25 de mayo tendremos la ocasión de pronunciarnos sobre qué Europa queremos. Os espero!